Adiós 2014, Bienvenido 2015

El 2014 se ha ido y ya ha empezado un nuevo año. Personalmente, el  2014 no ha sido un mal año en general, aunque como todo, ha tenido sus cosas buenas y sus cosas malas.

Para empezar, los tres primeros meses del año los pasé haciendo prácticas de auxiliar de enfermería en el hospital y estuve muy a gusto. Unos compañeros maravillosos hicieron de ese periodo de prácticas, una experiencia inolvidable.
Me lo pasé muy bien. Es lo que tiene estar metida en un sector donde los profesionales trabajan con gente, es decir, los pacientes.
Se nota mucho el cambio de otros trabajos a ese, pero mucho...Yo al menos lo he experimentado así.

Tomé ciertas decisiones que implicaron una nueva etapa en ámbito de mi vida. Lo que venga después está por ver....aunque al principio estaba muy contenta con ello, ahora no lo estoy tanto. Aunque de las pocas cosas buenas que ello ha implicado, es que me he deshecho de cierto lastre y que me permitió ver que no hay mal que por bien no venga.

Le he dado una vuelta al verano que parecía que iba a ser como los anteriores pero he hecho ciertas cosas para sobrellevarlo mejor. Cosas que nunca había hecho en otras épocas de mi vida.

Disfruté de una semana de vacaciones, que fue inolvidable. Me permitió conocer en persona a una ciberamiga (hace años que no escuchaba/utilizaba esta palabra) que tengo en mis redes sociales desde hace casi 5 años. Una de estas personas que por gustos comunes pues tienes en las redes sociales y que de forma natural surge una buena amistad. Me propuso pasar las vacaciones en Málaga. Curiosamente, cuando me lo comentó vía whatsapp, creí que me lo decía de broma, pero luego vi que no.

Esta ocasión me permitió hacer nuevas amistades, relajarme, disfrutar, olvidarme de todo, descansar....Era la primera vez que me iba de vacaciones con amigas y hacía años que no me iba unos días a descansar. Si mal no recuerdo, desde niña no me iba de vacaciones.

Después de aquello, algún lastre social salió a relucir, pero desde que soy una persona adulta, aquellos lastres que se le ocurren acercarse a mí, acaban saliendo de mi vida en menos de lo que dura un caramelo en las manos de un niño. Todo se queda en el lugar que tenía que estar.

Buena parte del año he estado trabajando. Los dos últimos meses han sido buenos. Realicé un pequeño viaje de un par de días, que me permitió conocer nuevas sensaciones.

Sólo espero que en lo que estoy trabajando día a día, termine de dar sus frutos en este 2015.

Quiero emprender nuevos retos, tener nuevas sensaciones y saborear aquello que tanto anhelo. Ansío libertad, irme a otra ciudad y dar rienda suelta a la independencia que eso conlleva.

Ahora empleo mi energía y tiempo en buscar trabajo en otras ciudades. En mi pueblo y en la zona de alrededor no hay nada. No voy a perder tiempo en echar currículums en 4 ofertas de empleo para que sin mirarlo, me rechacen. Sinceramente, estoy obteniendo mejores resultados que cuando buscaba por mi zona. Al menos leen el cv, y en alguna que otra oferta, me meten en el proceso de selección. Cosa que por mi zona no consigo ni de broma.

A ver qué es lo que me depara este nuevo año...