agosto 2015 - Mi Mundo Blogueril | Reflexiones y poesía

25 agosto, 2015

Rienda suelta
25.8.150 Comentarios
Llegaste en el momento adecuado. En un momento en el que estaba a punto de rendirme, de dejar de buscar un algo más con alguien.

Estaba harta de tonterías, estaba desanimada y además me quedaban pocas ganas para buscar.
Pues no es fácil encontrar a alguien que busque lo mismo que yo.

Despacio y con buena letra...así debo de ir yo. No por mis acciones, sino por mis palabras y pensamientos.

No es fácil aguantarse las ganas de escribirte, pero a veces he de parar quieta y esperar tu reacción ante cierto tiempo de silencio. También tenemos nuestras vidas, pero las ganas empujan fuertemente contra las razones lógicas del silencio.
Soy pasional, soy intensa...y eso a veces me juega malas pasadas. Sobre todo, cuando mis pensamientos no paran.

Te invito a que cuando me veas, des rienda suelta a tus ganas, sin límites. Dame todo lo que quieras, yo lo recibiré encantada y te daré más de lo que hasta ahora te he dado.

Todo está por ver, pero me estoy aguantando las ganas de realizar contigo muchas cosas. No te aburrirás conmigo. Te lo prometo.

Nos iremos descubriendo poco a poco. Pero quiero que sepas que te tengo ganas y que quiero repetir muchas veces, momentos como el de aquella tarde. Quiero que se me quede pegado tu aroma en mi piel una y mil veces.

Me tuviste ganas aquella tarde y espero que esas ganas sigan para las próximas veces. Quiero repetir esos susurros, esas caricias, esas cosquillas, esos besos, ese juego dominante tuyo. Sí, ese juego donde me dejo besar, en el cual me dejo comer, me dejo tocar. Pero, dame la opción de comerte, de besarte y no sólo tú a mí. Deja que a veces sea yo quien domine...y comprobarás lo mucho que me gustas y las ganas que hay en mí.
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21 agosto, 2015

Honestidad
21.8.150 Comentarios
Hablar de honestidad está ligado a ese hilo invisible que cada ser llega consigo, esa columna vertebral de los valores, que pasa principalmente por ponerte frente al espejo y no titubear, llamar a las cosas por su nombre, ser franco con uno mismo, aceptar defectos y virtudes, ponerse metas, retos y comprender nuestra dualidad

No cabe duda, que parte fundamental de ese proceso viene marcado por unas determinadas condiciones, externas, ajenas a nuestra esencia como seres inocentes, como pequeños dependientes que absorben cual esponjas las imposiciones de los adultos, bien sean culturales, sociales, familiares, experiencias vitales...

Superada ese primera fase de cordón umbilical, toca coger las riendas de nuestra vida, pero, ¿cuándo dirías que estás capacitado/a para ello? ¿A qué edad empezamos a actuar en consonancia con nuestros pensamientos?

Dicha capacitación es innata, genéticamente condicionada y aderezada con matices de nuestros progenitores moldeando nuestra personalidad con el paso vital.

Hay una etapa en ese proceso de ruptura con las raíces, de descubrimiento personal, de tallarse a uno mismo según tu forma de sentir, pensar y actuar. Según lo arraigadas que las normas de convivencia sociales y genéticas hayan calado, y según tu propia experiencia y aprendizaje observacional.

Hay tres facetas en el ámbito de la personalidad que están definidas, la biológica, la individual y la social.

Es decir la adquirida por carga genética de una determinada forma, la que nos va a conducir a actuar de determinada manera para conseguir alcanzar metas, y la de relaciones interpersonales, que no sólo aprendemos a convivir con los demás, sino también a sentir y pensar de una manera determinada.

Cuando todo esto se conjuga, definimos nuestra personalidad y hacemos de nuestros valores trinchera.

Si retrocedemos en el tiempo, el concepto de persona, etimológicamente, hace referencia a las máscaras que utilizaban los griegos en sus representaciones de teatro, y esto tiene mucho que ver con nuestros mecánismos de sociabilización.

En los tiempos actuales se hace demasiada alusión a las mentiras, a la hiprocresía, a la carencia de valores, y un largo etcétera.


Hagamos un ejercicio muy rápido y sencillo.:

Coge papel y lápiz!
  1. Defínete con tres adjetivos calificativos
  2. Responde a las siguientes preguntas con total honestidad 
-¿Tiendes a mostrarte como eres 100% las 24h del día?
-¿Utilizas algún mecanismo de autoprotección?
  • ¿Sí pudieses evitar cierto malestar lo harías?
Si has sido honesto, has de reconocerme que tú también utilizas una máscara, que no te comportas igual con tu circulo nuclear, que con tus compañeros de trabajo, que tu verdad, es tuya, y tú sabes porque actúas de una u otra determinada manera en cada situación, que a veces dices mentiras tratando de evitar males mayores, o eres hipócrita porque aplicas esa máscara en determinados círculos en los que autoproteges tu esencia, por que tú decides a quién quieres mostrarte!

¿Lo has entendido?



En la vida, todo llega, todo pasa y todo cambia,

todo tiene una razón de ser,

todo depende desde el prisma que quieras ver.

¡No hagas suposiciones! ¡Ponte en los zapatos del otro!

Tal vez, entonces entiendas, ¡que todo está en tí!


Por: Mume Sinrazones
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02 agosto, 2015

Aire, puerta y adiós
2.8.150 Comentarios
En la vida, nos tropezamos a personas y personas. En este caso, os voy a hablar de las que abundan mucho: las hipócritas y las falsas.

De buenas a primeras, quizás no se les vea venir desde un primer momento, pero si se es un poco perspicaz, tardaremos poco tiempo en desenmascararlas.

También, es que hay gente tan tonta, que se delata a sí misma en un "pis pás". La gente hipócrita y falsa suelen ser algo más que eso: cobarde. Cobarde con todas sus letras.
No tienen valor de decir las cosas de un principio y marean con tal de no decir la verdad. Marean y demuestran lo contrario a lo que dicen por miedo y cobardía.

Si ya es triste ser una persona hipócrita y falsa, imagínense tener el triplete junto a la cobardía. Lo tienen todo oigan. Todo para ser patéticos. Por no hablar de que cuando se les planta cara, aún insisten en sus absurdas y burdas palabras y a veces incluso con pruebas en su contra. Mirad si ya es triste tener el triplete, ya ni os cuento cuando esas personas se quieren engañar a sí mismas. Porque a los demás seguro que no. Si hoy en día no se le puede engañar a un niño así porque sí, mucho menos a un adulto.
Como la propia palabra indica, somos adultos, pero no todo el mundo es así, puesto que por algunos actos, a algunos les falta cierto punto de madurez para realizar los actos como personas adultas.

Por hipocresía y falsedad, hay gente que tiene el suficiente tiempo libre para hacerle perder el tiempo a los demás y para marear también.

Hay gente que no sabe lo que quiere, y no me refiero a indecisión con las pequeñas cosas. Me refiero a no saber lo que uno quiere que le rodee en su círculo de gente. Y eso es triste.
Es estar perdido y dar tumbos por la vida. Qué triste y qué triste...

Hay personas con carencias emocionales o sentimentales, incluso traumatizadas. Aunque el ser hipócrita y falso, viene de serie, si ya viene todo en conjunto, menudo cuadro se topa una. De los traumas, una persona se puede recuperar, que para eso hay profesionales en psicología.

Pero en vez de marear, tocar las narices, hacer perder el tiempo a los demás y dar tumbos  por la vida como un gilipollas, que se vayan a que le realicen unas cuantas sesiones psicológicas, y ya verán como irán mejor encaminados y les saldrán las cosas mejor y de manera más fluida. Porque si son honestos consigo mismos, se les quitarán casi todas las tonterías.

Desgraciadamente, me he tropezado a una persona así. Y la verdad es que al ver tanta tontería, me dieron ganas de decirle cuatro verdades bien dichas y tras eso, mandarle a tomar viento. Y eso hice.
Porque a la gente así, hay que pararle los pies, para que no se cachondeen de un@.

Y tras lo que hice, ¿sabéis como me sentí? Me sentí eufórica, contenta y aliviada. ¡Pero qué a gusto me quedé oigan! Cuando se tienen ganas de mandar a tomar por saco a alguien desde hace tiempo, y lo haces, se queda una hasta relajada. Que de los mediocres hay que alejarse lo más pronto posible.
Como me dijo una buena amiga mía: "Mandar a tomar por culo a alguien y echarle de tu vida, es como ir al baño. Una vez que lo sueltas, te quedas a gusto y relajada".

Qué triste es, pasar sin pena ni gloria por la vida de una persona, durar poco, y encima que tenga ganas de echarte de su vida cuando lo hace.

Porque una se da cuenta, de que al fin y al cabo, se queda en tu vida las personas que merecen la pena y que demuestran honestidad y nobleza. Esas, son las mejores, de las que por desgracia, cada vez hay menos.

De las otras, lo único que puedo sacar en positivo, es aprendizaje. Aprendo qué es lo que no quiero en una persona para que esté en mi círculo. También aprendo a no ser alguien así, por lo que me enseña a ser mejor que esa persona.

Por lo tanto, cuando os tropecéis a alguien así...Aire, puerta y ¡adiós!



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@mimundoblogueril