Hablar de honestidad está ligado a ese hilo invisible que cada ser llega consigo, esa columna vertebral de los valores, que pasa principalmente por ponerte frente al espejo y no titubear, llamar a las cosas por su nombre, ser franco con uno mismo, aceptar defectos y virtudes, ponerse metas, retos y comprender nuestra dualidad
Superada ese primera fase de cordón umbilical, toca coger las riendas de nuestra vida, pero, ¿cuándo dirías que estás capacitado/a para ello? ¿A qué edad empezamos a actuar en consonancia con nuestros pensamientos?
Dicha capacitación es innata, genéticamente condicionada y aderezada con matices de nuestros progenitores moldeando nuestra personalidad con el paso vital.
Hay una etapa en ese proceso de ruptura con las raíces, de descubrimiento personal, de tallarse a uno mismo según tu forma de sentir, pensar y actuar. Según lo arraigadas que las normas de convivencia sociales y genéticas hayan calado, y según tu propia experiencia y aprendizaje observacional.
Hay tres facetas en el ámbito de la personalidad que están definidas, la biológica, la individual y la social.
Es decir la adquirida por carga genética de una determinada forma, la que nos va a conducir a actuar de determinada manera para conseguir alcanzar metas, y la de relaciones interpersonales, que no sólo aprendemos a convivir con los demás, sino también a sentir y pensar de una manera determinada.
Cuando todo esto se conjuga, definimos nuestra personalidad y hacemos de nuestros valores trinchera.
Si retrocedemos en el tiempo, el concepto de persona, etimológicamente, hace referencia a las máscaras que utilizaban los griegos en sus representaciones de teatro, y esto tiene mucho que ver con nuestros mecánismos de sociabilización.
En los tiempos actuales se hace demasiada alusión a las mentiras, a la hiprocresía, a la carencia de valores, y un largo etcétera.
Hagamos un ejercicio muy rápido y sencillo.:
Coge papel y lápiz!
- Defínete con tres adjetivos calificativos
- Responde a las siguientes preguntas con total honestidad
-¿Utilizas algún mecanismo de autoprotección?
- ¿Sí pudieses evitar cierto malestar lo harías?
¿Lo has entendido?
En la vida, todo llega, todo pasa y todo cambia,
todo tiene una razón de ser,
todo depende desde el prisma que quieras ver.
¡No hagas suposiciones! ¡Ponte en los zapatos del otro!
Tal vez, entonces entiendas, ¡que todo está en tí!
Por: Mume Sinrazones
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