Aire, puerta y adiós - Mi Mundo Blogueril | Reflexiones y poesía

02 agosto, 2015

Aire, puerta y adiós

En la vida, nos tropezamos a personas y personas. En este caso, os voy a hablar de las que abundan mucho: las hipócritas y las falsas.

De buenas a primeras, quizás no se les vea venir desde un primer momento, pero si se es un poco perspicaz, tardaremos poco tiempo en desenmascararlas.

También, es que hay gente tan tonta, que se delata a sí misma en un "pis pás". La gente hipócrita y falsa suelen ser algo más que eso: cobarde. Cobarde con todas sus letras.
No tienen valor de decir las cosas de un principio y marean con tal de no decir la verdad. Marean y demuestran lo contrario a lo que dicen por miedo y cobardía.

Si ya es triste ser una persona hipócrita y falsa, imagínense tener el triplete junto a la cobardía. Lo tienen todo oigan. Todo para ser patéticos. Por no hablar de que cuando se les planta cara, aún insisten en sus absurdas y burdas palabras y a veces incluso con pruebas en su contra. Mirad si ya es triste tener el triplete, ya ni os cuento cuando esas personas se quieren engañar a sí mismas. Porque a los demás seguro que no. Si hoy en día no se le puede engañar a un niño así porque sí, mucho menos a un adulto.
Como la propia palabra indica, somos adultos, pero no todo el mundo es así, puesto que por algunos actos, a algunos les falta cierto punto de madurez para realizar los actos como personas adultas.

Por hipocresía y falsedad, hay gente que tiene el suficiente tiempo libre para hacerle perder el tiempo a los demás y para marear también.

Hay gente que no sabe lo que quiere, y no me refiero a indecisión con las pequeñas cosas. Me refiero a no saber lo que uno quiere que le rodee en su círculo de gente. Y eso es triste.
Es estar perdido y dar tumbos por la vida. Qué triste y qué triste...

Hay personas con carencias emocionales o sentimentales, incluso traumatizadas. Aunque el ser hipócrita y falso, viene de serie, si ya viene todo en conjunto, menudo cuadro se topa una. De los traumas, una persona se puede recuperar, que para eso hay profesionales en psicología.

Pero en vez de marear, tocar las narices, hacer perder el tiempo a los demás y dar tumbos  por la vida como un gilipollas, que se vayan a que le realicen unas cuantas sesiones psicológicas, y ya verán como irán mejor encaminados y les saldrán las cosas mejor y de manera más fluida. Porque si son honestos consigo mismos, se les quitarán casi todas las tonterías.

Desgraciadamente, me he tropezado a una persona así. Y la verdad es que al ver tanta tontería, me dieron ganas de decirle cuatro verdades bien dichas y tras eso, mandarle a tomar viento. Y eso hice.
Porque a la gente así, hay que pararle los pies, para que no se cachondeen de un@.

Y tras lo que hice, ¿sabéis como me sentí? Me sentí eufórica, contenta y aliviada. ¡Pero qué a gusto me quedé oigan! Cuando se tienen ganas de mandar a tomar por saco a alguien desde hace tiempo, y lo haces, se queda una hasta relajada. Que de los mediocres hay que alejarse lo más pronto posible.
Como me dijo una buena amiga mía: "Mandar a tomar por culo a alguien y echarle de tu vida, es como ir al baño. Una vez que lo sueltas, te quedas a gusto y relajada".

Qué triste es, pasar sin pena ni gloria por la vida de una persona, durar poco, y encima que tenga ganas de echarte de su vida cuando lo hace.

Porque una se da cuenta, de que al fin y al cabo, se queda en tu vida las personas que merecen la pena y que demuestran honestidad y nobleza. Esas, son las mejores, de las que por desgracia, cada vez hay menos.

De las otras, lo único que puedo sacar en positivo, es aprendizaje. Aprendo qué es lo que no quiero en una persona para que esté en mi círculo. También aprendo a no ser alguien así, por lo que me enseña a ser mejor que esa persona.

Por lo tanto, cuando os tropecéis a alguien así...Aire, puerta y ¡adiós!



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