que no para de dar de sí.
Un remolino brutal de positividad y alegría,
que brota a cada instante.
Momentos que se encadenan,
hasta dar forma a un nuevo ciclo.
Lo viejo se va y se cierra.
Lo nuevo llega y viene con fuerza.
La sonrisa en mi boca se queda perenne,
que de forma increíble nunca pensé que pudiera
permanecer así.
Pero se queda ahí,
y todo parece indicar que será así.
No hay comentarios: